Crónica Teno Trail 2013 y algo más: Gozando en el paraíso. (Juan Febles)

Tengo el corazón partido.
Como corredor por montaña, no sé con cuál quedarme de los dos parques rurales de Tenerife.

Anaga siempre me acoge con mucho mimo. La mayoría de los entrenos y los buenos momentos son allí. Pero Teno, Teno tiene algo fasninante. Allí uno se encuentra  en el paraíso. Se para el reloj, pierdo la cobertura del móvil y ya nada transcurre igual. Es una paz muy difícil de describir. 

Y este fin de semana teníamos la excusa perfecta para disfrutar de Buenavista del Norte: la TenoTrail.
Nuestros amigos de Isla Baja Trail han puesto todo su empeño para que los corredores puedan disfrutar de un recorrido espectacular, cuidando los 12 km con dos avituallamientos, muchos puntos de seguimiento y un trazado espectacular.

Desde el viernes nos fuimos para allá muchos compañeros del club a pasar un gran fin de semana que no defraudó en absoluto. Un almuerzo nada más llegar, una cena tranquila y a dormir algo para disfrutar del día siguiente.

La salida es en Masca, de lo más bonito de la isla. Tenía muchos nervios por esta prueba. Las distancias cortas no son lo mío. Estoy más cómodo en las ultras. Pero allí estábamos, y allí fuimos a disfrutar. 





Salida neutralizada desde la parte más baja de Masca. Busco las primeras posiciones para solventar posibles tapones de entrada al sendero. Me siento como parte de una cuadrilla que al unísono cambia de ritmo: caminando, trotando y, llegando al asfalto, corriendo. En el arco de meta nos hacen parar. Palabras de los organizadores para los corredores destacados. Aplausos y nervios. Mi corazón a más de 200 pulsaciones. Estoy más nervioso que en la Transvulcania.


Bocina de salida y a galopar. Busco una buena posición y meto un ritmo fuerte para no quedarme atrás.


La entrada en el sendero la realizo sin complicaciones. A subir se ha dicho. Me pego al Goleta y troto hacia La Cruz de Hilda. Todo correcto y a muy buen ritmo.


 A partir de ahí, rumbo a Baracán. Nos quedan algunos kilómetros de ascenso. Ahí noto que salí disparado y no puedo aguantar el ritmo de mis acompañantes. Camino mano en rodilla pasos largos y al recuperar sigo un trote cómodo y continuado. Al terminar la primera pendiente de la carrera, bajamos a tumba abierta hasta el primer avituallamiento, en el Mirador  del Baracán. 



Pasamos todos los corredores de largo por el avituallamiento y nos disponemos a coronar la cota más alta de la prueba. las piernas me dicen "cuidado" y mi cabeza me dice "corre". Intento hacer caso a las dos y bajo un poco la intensidad. En cuanto observo un llano, pies para qué te quiero.


Siguiente parada: Teno alto. En las bajadas doy todo lo que puedo e intento no despegarme de los corredores que tengo, pero algunos me pasan. Pisamos asfalto y rápidamente pasamos por el segundo avituallamiento sin detenernos. ¡Esta carrera va como una bala! No estoy tan habituado a que pase fugazmente una prueba deportiva. 


Queda alguna subidita más y a partir de ahí, a bajar. Veo algún corredor lesionado por el camino con la organización que rápidamente ha coordinado el plan de emergencias. ¡Muy bien por ellos!

Ya me habían dicho que la bajada era peligrosa, aun así, intento dar todo lo que puedo para no perder puestos. Atrás, varios corredores me están pisando los talones. El descenso a los Pedregales lo conozco de varios entrenamientos. Lo hago lo mejor que puedo, pero soy incapaz de quitarme a los que tengo pegados a mis espaldas.



 Otra vez asfalto, y recta final hacia meta. Oigo la pisada de un corredor y meto todo el ritmo que puedo a mis piernas. No miro atrás. Doy lo que puedo hasta... que me piden que entre por meta con los niños de algunos compañeros del club. Freno, me cogen de la mano, y la sonrisa de oreja a oreja no me la quita nadie.

 Al final 23º de la general con un tiempo de 1 hora 13 minutos y 18 segundos. No está nada mal.


A partir de aquí viene lo mejor del fin de semana. :D

Llegada de mis compañeros. ¡Qué alegría en sus caras! De eso se trata.



 Vemos la entrega de trofeos y nos volvemos para festejar la comida del Club en Los Carrizales. 

Todo perfecto. Sara nos arropa con su comida y hositalidad, que ha mimado desde el viernes por la mañana. Felipe cuida hasta el último detalle para que nos sintamos en nuestra propia casa. Los niños, las parejas y los compañeros disfrutamos en un almuerzo sin igual. Las anécdotas se van contando unas tras otras, riéndonos un poco de su protagonista, recordando muy buenos momentos. 

No suelo ser de los que habla mucho, más bien al contrario. Y en ese silencio, mientras los demás conversan, me doy cuenta los felices que son, lo feliz que me hacen. Me levanto y miro hacia Abache. Todo se conjuga a la perfección. El cumple de Héctor, el reconocimiento de Darío, la cara de felicidad de César al disfrutar de su tarta (Mil gracias Fanny), nuevos proyectos de compañeros, las familias de muchos allí compartiendo la mesa... 







Creo que no puedo pedir mucho más. Ellos, junto con mi familia, los demás amigos y mi trabajo son los culpables de esa sonrisa tatuada que algunos dicen que tengo y que últimamente la muestro como quien está orgulloso de la obra de arte que posee en su piel. Intento almacenar ese momento en mi memoria. Es un fin de semana fantástico. 

Estoy ... gozando en el paraíso.



AYER FUE UN GRAN DIA (FELIPE DORTA)


A veces uno no sabe ni como empezar a escribir una frase, porque son muchos  los deseos de expresar unos sentimientos que se acumulan en la mente y no sabes como demonios sacarlos a flote.

Tal y como digo  “AYER FUE UN GRAN DIA” y como va a ser inolvidable en mi vida y en la de mi familia, me he decidido plasmar en esta pequeña crónica unas sensaciones, que ya de por si son un cúmulo de vivencias que un extraordinario grupo de personas a tenido a bien hacernos pasar.

Cuando allá por el día …. del año…. (no me acuerdo de ambos), un loco de los que tengo en mi casa, decidió una vez más cambiar de modalidad deportiva, pensé que la neurona le había vuelto a fallar (bendito fallo), aún me suena aquello de “ papá he estado en una carrera de montaña y me ha llenado completamente” ¡calla loco que estás pirao! ¿ahora la montaña? ¿y luego que va a ser? ¿tirarle piedras a los aviones? “ papá, que si, que las sensaciones que he tenido jamás las había sentido”.

Bueno, aunque no me lo quería creer, lo cierto es que mis hijos saben que en el tema del deporte tendrán siempre el apoyo incondicional de su padre y su madre, y esta vez no iba  a ser diferente.

Y de buenas a primeras ¡¡ZAAAAS!! “voy a correr cuatro días y tres noches” . Espera hijo: ¿te caíste de un ramo? ¿te han pegado una pedrada? ¿alguna comida te sentó mal? “ ¡que no papá, que lo voy a hacer y es para luchar contra el cáncer ¡” . Dios mío ahora si que me dejó desarmado, va a correr para luchar contra algo que tanto nos ha castigado en la familia.

Si siempre han tenido nuestro apoyo, ahora no iba a ser la primera vez que no lo tuvieran, y a partir de ahí empezó a girar una rueda a la que se iban subiendo un grupo de personas, a las que tanto tenemos que agradecer.

A todas la personas que han estado desde el primer día y, que nos han dado tanto, nunca tendré palabras suficientes para expresarles lo que les aprecio:

JUAN FEBLES: el incombustible, el que siempre está cuando lo necesitas, el………, EL AMIGO.

YEYO: el chiste, la alegría, el aliento…., UNICO.

JAVI: el incondicional, el del sur, sencillamente …. EL TEJO

SERGIO ACEVEDO: está cuando lo necesitas, no sabes como, pero aparece.

ODON: el meticuloso, el hombre frio, … EL CALCULADOR

IRENE, SANDRA Y YURE: las rubias de vidatrail, la alegría del club, sufren, disfrutan y no pararon de ayudar.

SERGIO “FLAKI”: siempre a disposición y con la sonrisa contagiándonos a todos.

JOSE “GORDI”: aquí me pierdo, la alegría de la huerta,su baile en la montañeta en un momento difícil … sin palabras.

ANGEL, RUYMAN, VALENTIN Y EL GOLETA: sacrificio a raudales, puntales en momentos críticos, sabes que no fallan.

OLAF: el sacrificio por bandera y la amistad y entrega en el corazón

MAVI SALAMANCA: la rubia infatigable que saca fuerzas y voluntad de donde no hay.

LEOPOLDO: que gran trabajo periodístico lleno de cariño y mejor hacer.

LEO: el amigo Leo, cuanto desvelo y sacrificio, nuca sabrás el inmenso trabajo que realizaste “LOQUERO”.

A los: JOSE, FRAN, DANIEL, JULIO, CARLOS, MIGUEL, SANTI, JONY, ANTONIO, FITO Y ETC. ETC . ETC…….., pido perdón si me olvido de alguien, pero sepan que están en el corazón de todos nosotros.
 

A toda la familia no tendré nunca los elogios suficientes para decirles lo mucho que significo el apoyo que prestaron.

A mis nueras Nuria y Oli, sencillamente por ser las esposas, amigas, confidentes, apoyos, consuelo y motores de los hogares de mis hijos y además por ser las personas que me dan el enorme privilegio de ser el abuelo  mas feliz que pisa la tierra por darme el inmenso regalo de tener a un Pablo, una Olivia, un David, una Lucia y un Sergio, y no conforme con eso sacrificadas para que las exigentes aventuras deportivas de vuestros respectivos tengan todo vuestro cariño. A las dos ¡¡¡ GRACIAS, OS QUIERO¡!!

A mis otros dos hijos Héctor y César:……………………………aquí se me paró el reloj del tiempo, y mis recuerdos de su infancia durante todo RUNSPIRAL me hicieron revivir mi juventud, nadie se puede imaginar el orgullo que se siente cuando ves que el sufrimiento de uno es compartido, la alegría es compartida, los dolores se sienten por igual, la tristeza se entierra y se enaltece el ánimo, no hay reproches y si comprensión.

CESAR; el peque de la familia tiene todo bajo control, que a pesar de no pegar un ojo los cuatro días no se le escapa nada, ni deja nada al azar y que además le da tiempo para gritar y dar ánimos, ni un paso atrás y siempre con todo muy claro, perdonen pero por menos que quiera se me ensancha el pecho

HECTOR; Dios cuanto sacrificio flaco, como me demostraste tu valía (jamás la he puesto ni la pondré en duda), por muy reventado que estuvieras no dejaste en ningún  momento de estar al lado del que te necesitaba, no flaqueaste en ningún momento, ni siquiera cuando en el Teide las fuerzas trataron de abandonarte, lloramos los dos como dos niños y nos abrazamos hasta que nos desahogamos.

Ese empujón que faltaba nos lo dió Dari, cuando llegó hasta nosotros y allí fundiéndome en un abrazo interminable con mis tres hijos empecé a comprender la grandiosidad de lo conseguido.

DARIO; tu esfuerzo, sacrificio e interminables entrenamientos han servido para luchar por algo muy noble y de tanta necesidad en esta putrefacta sociedad, donde priman a los que saben venderse y donde las envidias corroen, pero una cosa es cierta; no todos pueden presumir de aglutinar el fabuloso grupo de hombres y mujeres que tienes a tu alrededor y que incondicionalmente te han demostrado su valía como seres humanos.

¡¡ QUE ORGULLOSOS NOS SENTIMOS DE LOS TRES !!

No, ¡¡ no me olvido !! ¿como me voy a olvidar de la columna vertebral?, de la persona que tiene a esta familia unida como una piña, de esa señora que sabes que está ahí, que no te deja ni a sol ni a sombra, que gracias a ella tengo la familia que tengo, que sabe aglutinar cariño y darlo a raudales, que no sabe lo que es desfallecer cuando se trata de los suyos y que es una leona herida cuando sale a defenderlos, no me puedo olvidar de ti, ni tampoco dejar de decirte ¡¡GRACIAS MAMA SARA, TE QUIERO MI AMOR !!.

Perdón nuevamente si me he olvidado de mencionar a alguien, pero les aseguro que desde el primero hasta el último de los componentes de la familia VIDATRAL  son los grandes partícipes y protagonistas de que el día de ayer fuera un gran día, y no lo digo solo por el premio a la hazaña deportiva de 2012, sino también porque todos y cada uno de vosotros  ayer estuvo reflejado en el escenario del teatro Guimerá en la persona de mi hijo Darío.

Mi satisfacción porque AYER FUE UN GRAN DIA, si , pero fue el punto culminante de un trabajo de mucho tiempo, apoyado por toda la familia VIDATRAIL, por todos vosotros y como dice uno de mis retoños ¡¡¡GRACIAS…GRACIAS Y MIL GRACIAS!!!

A todos un fuerte abrazo

Felipe Dorta

 

 

Felicidades Héctor

Hoy cumple nuestro compañero del club más transgresor. No deja indiferente a nadie. Pero le queremos tal como es. No cambies.


Últimamente ha tenido algunos problemas con sus tobillos, de los cuales esperamos que se recupere muy pronto. Queremos verte correr con normalidad lo antes posible.

Disfruta de este día tan especial de tu familia y amigos.

Un abrazo muy fuerte y cariñoso de tus compañeros.

Crónica Transvulcania 2013 (y 2): No sabía qué ponerme... y me puse a correr (Juan Febles)

Si te has perdido la primera parte de la crónica, la puedes leer aquí.

A ver por dónde íbamos... subiendo...

Me quedaba por afrontar la última parte de subida antes de llegar a la cota más alta de la carrera, El Roque de los Muchachos con 2.426 m. La subida la hago a muy buen ritmo para mis posibilidades y los km que ya llevo en carrera, unos 30 ya, quedando otros 20 subiendo. Me zambullo en mis pensamientos, en la gente que quiero, las increíbles panorámicas, las sensaciones... Los cuervos y las grajas que empiezan a aparecer. Me encanta disfrutar de sus vuelos. Es una forma de desconectar de la carrera y alegrar la vista.


Sin darme cuenta me voy tropezando con cada uno de los avituallamientos. Es como si me sorprendieran y no los busco desesperadamente. ¡Muy buena señal! El ascenso a la zona más alta de la isla se me hace muy llevadera, con algún pequeño amago de calambre en los gemelos, que no me preocupa. Estoy muy emocionado. Me está saliendo una carrera muy buena y percibo bajo control todo lo que tengo que hacer: hidratación, comida, calmar el calor, un ritmo inteligente y exigible... ¡Qué contento estoy!

Llego al Roque de Los Muchachos. genial. Lleno rápidamente los botes y como algo. No pierdo nada de tiempo. No tomo pasta. No quiero bajar con el estómago lleno y no siento que necesite mucha comida sólida. Con los geles voy muy bien.




Empieza la bajada hasta Tazocorte. Estoy en el kilómetro 50 y me quedan 18 de bajada. Ahí me pasa Dami como una moto, va genial. Intento pillarle pero, además que su ritmo es muy bueno, las piernas empiezan a avisarme que van tocadas. En un llano tengo un amago de caída y no bajo como antes. El cuerpo a tope a dado lo que ha dado, ahora a tomárselo con calma sin perder el tiempo. Tengo que conseguir llegar a las 10 horas.

La llegada al avituallamiento del Time la hago ya cansado. El calor de la tarde y las piernas muy cansadas no ayudan. A partir de ahí, la bajada hasta el Mirador del time, un calvario. No voy suelto, más bien algo torpe. Intento no desanimarme y centrarme en en tiempo que voy haciendo. Noto que las piernas no dan para más. 

Terminada la bajada, un primer despiste y tropiezo en un llano con el saliente de una piedra. Lo que normalmente suelen ser dos zancadas para  equilibrar el cuerpo, son cuatro sin poder hacerlo. Caigo al suelo con las rodillas y me las limo literalmente. Al caer los gemelos se contracturan y se me suben produciéndome un gran dolor. Me duelen más los gemelos que las rodillas, que en un momento terminan ensangrentadas. Me levanto como puedo y me pongo a trotar. Uffff. Esto duele.



Me preocupa mucho que se me inflamen las rodillas y me impidan seguir corriendo. Poco a poco se va el dolor y bajo... como puedo. La playa de Tazacorte la diviso, pero parece que no llega. Al ver que me estoy agobiando cambio de chip. Me sereno e intento que los pies fluyan lo mejor que puedan en la bajada.

Miro al público me doy cuenta que ya no me miran a la cara sino a las rodillas. Algunos ponen cara de sufrimiento. Me animan y les doy las gracias.

Llegamos a Tazacorte, último avituallamiento. Beber muy agua, me baño con un cubo mi rostro y me limpian las rodillas. Quedan algo más de 4 kilómetros. Las rodillas no dan señales de ir a peor y yo no dejo que eso me moleste. Al revés. Un llameante asfalto me espera. Busco un ritmo en falso llano que no encuentro. Ahora hay que subir por un sendero entre unas plataneras. No tengo nada de fuerzas. Camino. Camino, pero no me paro. Esta subida se me hace mortal. El cansancio se nota con creces, pero quiero llegar a las 10 horas, y mientras pueda, voy a ir restando tiempo, metros y pasos. ¿Hora de pararse? Ni de broma.


La subida hasta la avenida de Los Llanos ha sido muy dura. Pero la recta de kilómetro y medio que me espera tampoco va a ser un camino de rosas. Aquí no quiero dar tregua. Busco un ritmo en llaneo decente sin conseguirlo del todo. El público me anima como  nunca. Lo necesito. Miro el Garmin y veo que ya no bajo de 10 horas ni de broma. Llegaré muy justo. Pues niño, me doy 5 minutos más. 

Escucho la megafonía de meta. Los pelos de punta, la carne de gallina. Vuelvo a encontrar la sonrisa que perdí en la caída. Giro a la derecha, giro a la izquierda y recta de meta. Busco el cielo con mi mirada y doy gracias por este momento.

Gracias a mi familia que me anima y me quiere. 
A mis amigos que se van volcado antes, durante y después de esta carrera. 
A mi Club Vida Trail: orgulloso de pertenecer y tenerles siempre a mi lado. Son mi Equipo A. Siempre al rescate en los momentos que los necesito. 
Y a muchos conocidos y desconocidos que han valorado mi pasión: correr por montaña.

El tiempo: 10 horas 4 minutos 8 segundos Clasificación general: 77. Muy orgulloso, pero no es lo más importante. He sentido cada minuto de carrera y me lo llevo muy metido en mi corazón, como un gran tesoro que es. No puedo dejar de sonreír. ¡Hasta me hacen una entrevista y todo!




Paso a Modo Euforia y seguiré así más de una semana.

Las ultras me dan algo que sería muy difícil de explicar. A priori sólo sabes la distancia, desniveles y la dificultad del terreno.

No sabía que iba a disfrutar tanto.
No sabía la gran respuesta del público, mayoría palmeros, animándome en todo momento.
No sabía si la terminaría, aunque he entrenado muy duro para ello.
No sabía si aguantaría bien el calor.
No sabía si las rodillas aguantarían la caída casi terminando. 

No sabía que ponerme... y me puse a correr.


Una hora menos en La Palma




Costo llegar a la salida de la Transvulcania 2013, pero bueno ahí estaba Dario como siempre para soportar mis miles de mensajes de todo tipo, esta vez  lo necesitaba mas como amigo que como entrenandor, ya que estaba recibiendo toda la preparación que requiere esta carrera y yo siempre cumplo a raja tabla todos sus planes de entrenamiento.
El volver a La Palma suponia removerse muchos recuerdos que se encontraban controlados, La Palma es la isla donde vivi junto con mi fasmilia mis cinco primeros años de vida, es la isla donde veia a mi padre hacer lo que mas le gustaba y lo que a dia de hoy me llena a mi que es correr.

Volvia por segunda vez a la Transvulcania pero esta vez no me apetecia hacerlo como la vez anteriror agachando la cabeza para no ver nada que recordara  a mi padre y por consiguiente me causara dolor. esta vez quería hacerlo no perdiendome nada pero no fue facil.
Los entrenamientos iban muy bien yo regresaba del Hierro muy reforzada y muy arropada por mi equipo Vidatrail, habia decidido hacer la Transvulcania y como siempre encontre toda la ayuda y el apoyo de mi gran equipo.
Por tanto todo listo pàra darlo todo e intentar conseguir terminar con exito esta carrera para poder plantearse dar un paso mas en la montaña.

Me levante una mañana y sin mas pense, ay mi madre otra vez la Transvulcania, no me gusta nada repetir carreras, me gusta que la montaña me sorprenda y esta vez sabia el recorrido y no era una gran motivación, lo que tocaba pregunta importante a Dario "oye una pregunta te arriesgarias a luchar por conseguir algo a sabiendas que puedas perder el tiempo y mas cosas y no conseguir nada" contestacion de Dario " jajajajajaj me lo estas preguntando precisamente a mi que crees que te voy a contestar, a por cierto se se te esta pasando por la cabeza la boberia de pensar que no podras con la Transvulcani, solo te digo que si puedes asi que a entrenar.

Lo voy a dar por imposible el dejar callado a este, porque ahí si que estoy perdiendo el tiempo me conoce demasiado y va un paso por delante de mi asi que entrenar.
Unas semanas antes como es normal vienen los nervios , las dudas, aproximación a pisar tierras palmeras y uff los recuerdo se van acercando.
Me apoye mucho en mi equipo Sandra no me perdía de vista controlando que no me viniera abajo, conversaciones diarias pintandolo todo de color de rosa y enseñandome el aldo agradable, Yure me llevo a entrenar por Anaga solo para hacerme ver que estaba fuerte y que todo estaba en mi cabeza y disfrute mucho con ella, nos perdimos como es normal en las rubias y eso hizo que nos riesemos mucho.


De pronto un mazazo Cesar una de las personas que forman parte importante de mi vida nos comunica que lo operan de su rodilla y que no estará en la transvulcania, que injusto, yo desmotivada y sin problemas fisicos y el con todas las ganas del mundo y no podia estar, eso nos afecto mucho a todo el equipo, Cesar tenia que estar en la Transvulcania, entonces sin decirnos nada todos los llevamos con nosotros y estuvo en la salida de la Transvulcania en las dos carreras en la Ultra y en la Media, habiamos acordado entre Cesar y yo, que la yo  ponia las piernas y el las ganas y asi fue.
Cesar monto un dispositivo desde casa donde nos estuvo controlando a todos cada paso que dabamos, donde nos coordinó para que al llegar a la meta estuviera el equipo  entero recibiendonos a cada uno y asi fue.

Recibi mucho mensajes de mis compañeros animondome porque me veían un poco desanimada, asi como los consejos de Leo ( muchas gracias). Un abrazo muy reconfortante de mi compañero Valentin, ultimo entrenamiento increible con Sandra y Angel donde nos fuimos muy contentos los tres.

Las dos ultimas semanas me lleve una sorpresa personal que hizo que la motivación fuera aun mas transmitiendome toda la fuerza del mundo y que hizo que la Transvulcania se convirtiera en algo especial y que me hizo compañia durante todo el recorrido representada en una pulsera colocada en mi mano derecha horas antes de la carrera.


 Los mensajes de Dario eran ya no como entrenador sino como alguien que sabia que no solo me enfrentaba a la Transvulcania sino algo mas que era volver a correr en La Palma donde lo hizo mi padre  en su momento y que me sirvieron de mucho la verdad, sobre todo para ir con la cabeza alta y sin miedo a encontrarme lo que fuera.

Pues nada llegado el mometo de la Transvulcania, La Palma se convierte un una autentica fiesta desde el viernes, muchos corredores y muchos amigos nos encontramos en Fuencaliente a las 6 de la mañana ahi los chicos de mi equipo me cuidaron hasta su salida y mi compañero  Jose consiguió  que la ultima media hora me relajara mucho y me riera bastante y tal como  me dijo, Rubia tranquilita que yo voy detras, Dan la salida de la Ultra no tengo palabras para expresar lo que se vivió en ese momento impresionante salieron al fuego en segundos desaparecieron como si se hubieran desintegrado.

Dan la salida de la Media y de pronto empiezo a notar una tranquilidad enorme a poder pensar como tenia que correr supongo que aunque no tengo un gran numero de carreras pero alguna que otra si, la experiencia hizo su aparición y junto con mi motivación, con lo fuerte que me encontraba por mi entrenamiento, con mi equipo empujandome, con mi mp3  que esta vez mi hermana fue la encargada de poner la musica   la cual me ayudo mucho durante la carrera sobre todo porquue la habia elegido mi muñeca y de la mano de Dario consiguiera llegar a la meta sin sufrir mejorando mi tiempo en casi una hora de la vez anterior y la gran alegria de ver en meta a Sandra tal y como me prometió y a Yure emocionada consiguieron que esta Transvulcania fuera algo especial y que llevaré en mi corazon por siempre.

Como siempre y en todas las cronicas me gusta terminar dando las gracias a mis amigos del alma  por apoyarme desde casa en lo que ellos llamaron la Transniñata (jajajaj), a mi madre por su gran beso y a mis hermanos porque a ellos les quito mucho tiempo por entrenar, a mi super equipo Vidatrail  por alegrarme en todas las carreras y mis felicitaciones a mis compañeros los ultrafondistas por llegar y no perder la sonrisa. Gracias a Felipe y Sara por cuidarme tanto y un beso enorme a Sandrita por ser tan especial.

Mi carrera esta dedicada a mi padre como siempre esta vez de forma especial.

Crónica Transvulcania 2013 (1/2): No sabía qué ponerme... y me puse a correr (Juan Febles)

Hoy es domingo 12 de mayo y son las 12 de la noche. No puedo dormir. Estoy eufórico y no noto nada el cansancio de ayer en la Transvulcania.

Después de la Ultramaratón del Hierro, el siguiente reto era La Palma. En estos meses previos he visto como he ido mejorando algo mi rendimiento. Los entrenos a raja tabla, cuidar mucho la alimentación y animarme en cada salida al monte fueron parte de la tarea hecha.

La semana previa estuvo llena de sorpresas. Ánimos de mucha gente, algunos a los que había perdido el contacto y que son muy queridos por mí. No ha sido fácil a nivel personal, pero cada vez que estaba más cerca la cita con la Isla Bonita, todo se iba solucionando.

Si me salen bien las carreras es por mi cabezonería. Cuando mi "azotea" está bien organizada, mis "pilares" me llevan a donde sea. Alguien me ha dicho que en las carreras soy frío y calculador. No sé si será para tanto, pero el principal motor de un corredor para distancias largas es la cabeza. Si no "furula", adiós carrera.

Un momento muy importante fue la charla con el míster el jueves por la noche. Me dijo: "Estás para bajar de 10 horas". Yo pensé: "Y tú estás para meterte en un manicomio." Le aguanté la chapa  la charla y me fui a casa. Y pensé: "¿Y si me pongo a correr de verdad?" Darío sabe que soy reservón. "Más vale pájaro en mano..." Pero me hizo pensar mucho.

Del viernes al sábado pasa todo como un relámpago. Aeropuerto, recoger coche, ir al apartamento, recoger dorsal, encuentro con los compañeros del club, preparar el material, buscar restaurante para cenar, cenar, ir al apartamento, ducha, intentar dormir...




El despertador suena a la 1:30 A.M. Desayuno. Me entra la comida sin dificultad. Se nota que los nervios están más templados que otras veces. La experiencia es un grado y ésta es mi cuarta ultra. Se nota. Si vieran cómo me desperté en la primera...




A las 2:15 cogemos el coche rumbo a Los Llanos desde Puerto Naos. Allí lo dejaremos para subir a la guagua a las 3:00. Uffff. Los temidos mareos. Me relajo y cierro los ojos. Me centro y en un pis pas ya estoy en El Faro de Fuencaliente. Una fila de guaguas escupen cientos y cientos de corredores. A comer otro poco y esperar. Hace algo de frío pero me encuentro muy relajado.


A las 5 empieza la organización a llamarnos para pasar el control de chip y ponernos en línea de salida. Disfruto mucho el momento. Empiezan a llegar las estrellas del Trail Running y todos flipamos un poco. Muy buen ambiente.

Son casi las 6 y parece que sólo llevo 5 minutos en Fuencaliente. La salida en rigurosa puntualidad, y yo pienso en una cosa: Hay que ponerse a correr. Tiro bien desde la posición que estoy en salida para no coger mucha cola en los embudos ante más de 1.600 corredores. Imposible. Aun así, subo lo más rápido que puedo y empiezo a rebasar a corredores. Ver fotos de una salida nocturna es flipante. Estar inmerso en la serpiente de luz es... brutal.


Y cuando a las 6 de la mañana ves más público que en todas las carreras que antes has disfrutado, más. Ejemplo: Llegando casi a Los Canarios, primer avituallamiento, a las 7 de la mañana y ver a dos niñas de 4 años con linternas infantiles dándote ánimos... no tiene precio. En Los Canarios te está esperando el pueblo en pie para ovacionarte. Espectacular. Sólo puedo decir: Gracias. Y así fui respondiendo uno por uno a todos los que me alentaron a lo largo de la carrera. Es lo mejor que tiene.

Voy muy bien de líquido y sólo llevo una hora. Decido no parar en este primer avituallamiento. ¿Me lo estaba pasando bien? Juzguen ustedes la siguiente foto.


A partir de aquí se llanea un poco y la tímida luz de los primeros rayos de sol me permite quitarme el frontal. Me centro más y empiezo a correr. En las subidas a trotar y caminar con las manos apoyadas en las rodillas cogiendo el mejor ritmo posible. Sigo dejando atrás a gente y busco un ritmo cómodo pero exigente, sin bajar la guardia. Las palabras de Darío resuenan en mi mente: "No seas reservón."

El picón es un mal compañero de carreras. No te deja subir cómodo, teniendo que imprimir mucha fuerza en cada pisada para no resbalar. Hay veces que simplemente patinas sobre esta superficie, teniendo que mantener el equilibrio a base de forzar la musculatura. Hago lo que puedo y sigo ascendiendo. Voy muy bien. Noto como los entrenamientos en pendientes han dado su fruto. 

Como un reloj voy dosificando en cada momento marcado los geles, isotónico, agua y magnesio que porto en mi riñonera. Esta vez he dejado la mochila por dos botellines. Menos espacio, menos peso, ajustando mucho lo que tengo que llevar. Una gran decisión.

Siguen las subidas y el calor se empieza a notar. El primer tramo de subida termina en Las Deseadas a 1.900 metros de altitud. Ahora hay bajadas y llanos que me permiten correr. Animo el cuerpo y las piernas y me tiro en picado. Aquí es donde noto que dejo atrás a más corredores. Algunos falsos llanos los remonto al trote y sigo con un ritmo más que satisfactorio. 


Pronto llegaré al Refugio del Pilar, la meta para los compañeros de la media. Otra vez se abarrota el público en esta parte de la carrera. Los alientos de desconocidos, los ánimos, gritos y aplausos me dan un subidón indescriptible. Los pelos de punta, la carne de gallina y la sonrisa de oreja a oreja. Allí me veo a muchas parejas de los compañeros de Vida Trail.

Un punto y aparte para ellas. Seguir todo el día en coche esta prueba es matador. La Palma y sus carreteras no lo ponen fácil. Desde aquí quiero reconocer el esfuerzo de ellas y de todas las familias que se vuelcan por hacernos más sencillo lo que más nos gusta: correr por montaña. Gracias chicas. Oírles cómo gritan ese "Vamos Juanillo" de una voz muy querida es... oro puro.

En los avituallamientos no pierdo mucho tiempo. Rellenar bidones, cargar mi propio isotónico, comer algo de fruta y hasta otra. Salgo entre los aplausos del público y entramos en una pista con bastante llaneo. A correr se ha dicho. Lorenzo va cogiendo fuerza y controlo la ingestión de líquidos con el Garmin. Cada x kilómetros, un botellín entero de isotónico, cada avituallamiento otro de agua. Cuido mucho y controlo este aspecto. Si no, el hombre del mazo puede sorprenderte sin avisar en cualquier curva del sendero.

Nos acercamos al Reventón y otra vez a subir. Me veo que sigo con fuerzas e imprimo un poco más de velocidad en las subidas. El calor ya se nota y me preocupa, aunque últimamente lo llevo mejor que nunca.



Ahora me queda el último tramo de subida. Viendo los tiempos que voy haciendo me doy cuenta de una cosa: Puedo estar para hacer 10 horas. ¡Cómo! Entra ahora en juego una estrategia de llegar antes que. Quiero conseguir este reto, el reto que me propuso Darío. No puedo perder ni un minuto. Me centro, sonrío y... me pongo a correr.

En unos días la segunda parte de la crónica.